Las letras de violencia machista del ídolo de Podemos Pablo Hasél: «Voy a tener que violarla»

«La ilusión es una fulana demasiado cara. Voy a tener que violarla»; «Follo con una loca que jura que me ama»; «Tiene buena tetas y buen culo, pero quiero desaparecer»; «Joder niña, no sabes lo que daría por tenerte encima y apartar a esta ninfómana perdida»; «Tal vez era tu capricho, quizá tu consolador»… Estos son algunos ejemplos de las letras machistas cantadas por el rapero Pablo Hasél, cuyo indulto exige ahora Podemos, formación que gestiona el Ministerio de Igualdad en el Gobierno de coalición con el PSOE.

Hásel se encuentra desde el pasado martes en prisión tras ser condenado a nueve meses de prisión por delitos de enaltecimiento del terrorismo e injurias a la Corona y ser reincidente. Su ingreso en la cárcel ha generado graves disturbios en distintos puntos de España, como Cataluña, la Comunidad Valenciana y Madrid. En la capital, los antidisturbios cargaron contra los radicales que se enfrentaron a la Policía y se concentraron en la Puerta del Sol sin respetar la distancia de seguridad ante la pandemia de coronavirus.

En la última semana, la plana mayor de Podemos ha cuestionado la detención y encarcelación de Hasél, vinculando este episodio a una «anormalidad democrática» en España. Así lo han hecho el vicepresidente primero del Gobierno, Pablo Iglesias, el ministro de Consumo, Alberto Garzón, e incluso la titular de Igualdad, Irene Montero, que ha aprovechado un mensaje de despedida al poeta Joan Margarit, fallecido en Barcelona a los 82 años, para lanzar un guiño al rapero Pablo Hásel y sus «canciones prohibidas».

«La llibertat és una llibreria. Anar indocumentat. Les cançons prohibides. Una forma d’amor, la llibertat. Ens queden les teves obres, Joan Margarit. Que la terra et sigui lleu» («La libertad es una librería. Ir indocumentado. Las canciones prohibidas. Una forma de amor, la libertad. Nos quedan tus obras, Joan Margarit. Que la tierra te sea leve»), ha escrito la ministra de Igualdad en su perfil oficial de Twitter.

Por su parte, y en la misma red social, la secretaria de Estado de Igualdad y contra la Violencia de Género, Noelia Vera, también se ha hecho estos días de la petición de indulto de Podemos para Hasél con el argumento de que «la normalidad democrática no acepta a raperos en la cárcel».

Por la «vía urgente»

Entretanto, la líder de En Comú Podem en el Parlament, Jéssica Albiach, confirmó este miércoles que su compañero de filas y presidente del grupo de Unidas Podemos en el Congreso, Jaume Asens, ya ha registrado ante el Ministerio de Justicia la petición de indulto para el rapero Pablo Hasél, que, además, han solicitado a Pedro Sánchez, a través de la alcaldía de Barcelona de Ada Colau, que se tramite por «vía urgente».

En una entrevista en TV3, Albiach insistió en que el encarcelamiento de Hasél «es claramente una anomalía democrática» y «una barbaridad». Respecto a los disturbios en diferentes ciudades del país, lejos de condenarlos, los calificó de «residuales» y dijo que lo importante es «blindar la libertad de expresión».

«Obviamente son imágenes que son impactantes, pero creo que el dedo no tendría que tapar la luna. Estamos hablando de una persona que ha ido a prisión simplemente por ejercer su derecho a la opinión y a la expresión; estamos viendo cómo España se ha convertido en el país con más artistas detenidos», afirmó Albiach tergiversando los hechos.

Agresiones

Hásel ha entrado en prisión en su condición de reincidente tras ser condenado previamente por agredir a un periodista de TV3 en el Rectorado de la Universidad de Lérida y por pegar también a un testigo de un juicio contra un guardia urbano, además de tener otra causa pendiente por participar en el intento de asalto a la Subdelegación del Gobierno en dicha ciudad.

En concreto, en el año 2016 Pablo Rivadulla Duro, su nombre real, fue condenado por el Juzgado de lo Penal número uno de Lérida a seis meses de prisión por un delito de lesiones. Hasél, según recogió la sentencia, agredió a un periodista de TV3 en una rueda de prensa celebrada en el Rectorado de la Universidad de Lérida, ocupado por estudiantes. El rapero empujó, insultó y roció con un líquido de limpieza al periodista, tal y como consta en la resolución. También se le condenó a pagar 12.150 euros a la víctima como indemnización.

A esta sentencia se le unió días después otra que dictó un juzgado de Lérida. En esta ocasión se le impuso dos años y medio de prisión y el pago de una multa de 2.400 euros. En este caso, se trató de una agresión a un hombre que había declarado como testigo en un juicio por el que resultó absuelto un agente de la Guardia Urbana de Lérida. Este agente había sido acusado de agredir a un menor amigo del rapero.